La Mediación como vía alternativa
Mediación de conflictos
Últimamente, más que nunca, me pregunto porqué seguimos insistiendo en resolver nuestros conflictos ante los juzgados disponiendo de otras vías alternativas y satisfactorias para la mediación de conflictos, ya sea en el ámbito empresarial como familiar. Sabemos que los juzgados están colapsados, que judicializar un conflicto es introducirse en un procedimiento largo y costoso, tanto desde un punto de visto económico como personal. Sabemos que las resoluciones dictadas por un tercero, los jueces, no suelen satisfacer a ninguno de los implicados. Pero nosotros, erre que erre, a los juzgados.
Revisando la normativa sobre la cuestión, en Cataluña por ejemplo, desde el año 2001 se está legislando sobre mecanismos de resolución alternativa de conflictos como la mediación. Primero fue la introducción de la mediación familiar, cumpliendo lo previsto en el Código Civil de Família (Libro II), que a su vez siguió una recomendación del Consejo de la Unión Europea del año 1998. Posteriormente, se promulgó la Ley 15/2009 de 22 de julio de mediación en el ámbito de derecho privado.
En el ámbito estatal, se promulgó la Ley 5/2012 de 6 de julio de mediación de asuntos civiles y mercantiles. Posteriormente, en enero de 2019, el Ministerio de Justicia presentó un anteproyecto de Ley de Impulso de la Mediación, en el que se propone como obligación mitigada acudir al sistema de mediación para determinados tipos de conflictos. Ya veremos qué cambios se introducen a este anteproyecto, y si finalmente acaba viendo la luz.
La mediación de conflictos: cambio de chip
En cualquier caso, legislar no está en la mano de la mayoría de nosotros, y sabemos que «las cosas de palacio van despacio» pero, ¿A qué esperamos para hacer lo que es más conveniente para nuestros clientes?. ¿Necesitamos que una Ley nos “impulse”? . ¿ Porqué como profesionales no somos capaces de cambiar el “chip”, y hacer a ver a los ciudadanos y empresas las ventajas que para ellos tienen la mediación como vía efectiva para la resolución alternativa de conflictos?.
Me entristece pensar que necesitamos leyes para hacer las cosas bien. Como abogada, soy consciente de la necesidad de su existencia para proteger los derechos de los ciudadanos y preservar la seguridad jurídica, pero me pregunto sino nos estamos volviendo incapaces de hacer las cosas por nosotros mismos. Sino nos estaremos acomodando. Limitando a hacer las cosas cuando nos lo impone una Ley, y a no hacerlas, exclusivamente, cuando se nos prohíbe. En mi humilde opinión, esta forma de actuar podría promover una sociedad infantilizada, que pierde la libertad y responsabilidad de decidir por si misma.
Y esta reflexión, a mi juicio, está muy ligada al concepto de la Mediación. Los conflictos forman parte de la vida, conviene abordarlos e implicarse como protagonista, y asumir la mejor solución. Dejar que un tercero los resuelva ha de ser la última opción.
La confrontación encarnizada de posturas tiene su atractivo dentro de un partido de boxeo, en el ring. Fuera del cuadrilátero hay mucho más en juego, y hemos de tenerlo en cuenta. Creo que no necesitamos una Ley para ponernos desde ya, manos a la obra.